La erupción del 3 de junio del 2018 del volcán de Fuego ha sido la más importante desde la erupción del 10 de octubre de 1974, VEI 4. La fase paroxismal se mantuvo por más de 3 horas, caracterizándose por el descenso de flujos piroclásticos muy potentes que principalmente bajaron por las barrancas Lajas y Honda en el flanco E y SE del volcán. Las barrancas Seca (Santa Teresa), Cenizas y Taniluya al SE también recibieron los depósitos de los flujos piroclásticos aunque en un volumen de un orden de magnitud menor. La estación sísmica de Fuego3 del INSIVUMEH registró el último flujo piroclástico a las 18:45.
El evento dejo a 1,714,387 personas afectadas, 12,823 personas evacuadas, 3,208 personas albergadas, 163 personas fallecidas y 262 personas desaparecidas.
Como parte del plan de recuperación temprana, el gobierno viene implementando la estrategia de traslado de las personas albergadas en albergues colectivos a Albergues Temporales Unifamiliares (ATUs).
En esta etapa se busca transitar de la atención a las necesidades urgentes para la supervivencia, a un proceso gradual de recuperación, orientado a incorporar enfoques destinados a reducir los riesgos, a mejorar las condiciones de habitabilidad y recuperar los medios de vida.
En esta vía el proyecto busca llenar las brechas que se tiene de acceso a energía en los ATUs, a través de provisión de energía solar fotovoltaica.