En las últimas dos décadas las condiciones de las áreas aledañas a ciénagas, caños, ríos y humedales han venido deteriorándose paulatinamente, entre otras cosas por efecto de la agricultura (palma de aceite), ganadería y otras actividades que el hombre realiza en estas; lo cual ha provocado un descenso en los volúmenes de pescado. Las asociadas de ASOMUCARE son esposas de pescadores, que habitamos en una vereda en la que la mayoría de las personas se dedican a la pesca; sin embargo, el desarrollo de esta actividad no genera los ingresos suficientes para lograr en estas familias un bienestar. Esta cuestión, más la escasa presencia de alimentos en la región, como lo son las hortalizas, frutas y verduras que provienen de fuera a altos precios, hace que exista un bajo consumo de estos alimentos. Por otro lado, nosotras en nuestra labor de artesanas reciclamos madera del rio para la elaboración de artesanías, así mismo, especies de la región como totumo, bambú, entre otras. Por último, en la vereda Bocas de Carare hay un manejo inadecuado de residuos orgánicos, tanto de los hogares como de los cultivos que existen.

En tal sentido, nuestra propuesta se encamina en realizar un proceso de reforestación de áreas aledañas a las ciénagas, con especies de árboles nativos y bambú, así como, establecer un sistema de huertas caseras para la producción de vegetales (tomate, pimentón, cebolla bulbo, zanahoria, zapallo, melón, patilla, habichuela, cilantro, entre otras) como estrategia de seguridad alimentaria y generación de ingresos a través de la comercialización por ASOMUCARE (punto de venta y restaurante), con base en el aprovechamiento de los residuos orgánicos generados en la región. Inicialmente, se construirá un vivero en el que se germinarán plántulas de hortalizas, aromáticas, frutales, forestales y bambú, que contará con un área de germinación y una de propagación de material vegetal, aproximadamente, con capacidad para 500 plantas. A la par de esto, se construirá una unidad productiva de abono fertilizantes orgánicos, como fuente de insumos para la germinación y cultivo de estas plantas. Posteriormente, se sembrarán 2.500 metros cuadrados entre hortalizas, aromáticas y frutales en los patios y predios de 20 familias de Bocas de Carare.

El desarrollo de estas acciones mejorará las condiciones ambientales de los cuerpos de agua en los que nuestras familias pescan, teniendo una protección mayor a los cambios que pueda tener el clima; adicionalmente, será una fuente sostenible de madera y bambú para el desarrollo de nuestras artesanías. En cuanto a la producción de alimentos, se busca que las familias que habitan en la vereda Bocas de Carare tengan un fácil acceso a verduras, frutas y aromáticas, para que sean incorporadas a sus dietas alimenticias; así como, tener ingresos adicionales producto de la venta de excedentes de producción. Por último, se espera fortalecer los procesos productivo y comercial de ASOMUCARE, teniendo en cuenta que a través de ella se comercializarán hortalizas, frutas y aromáticas en la región y se elaborarán y venderán de alimentos a través del restaurante.