Las empresas rurales de Guatemala se han visto seriamente afectadas por las restricciones de movilidad establecidas por el Gobierno de Guatemala, derivados de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19. Micro empresas de diferentes cadenas de valor, incluyendo las del sector artesanías, vestuario y textil, se han quedado sin ingresos por la dificultad que representa vender sus productos y servicios de manera tradicional.

Muchas de estas micro empresas son de mujeres que, además se enfrentan a las disparidades que existen en Guatemala por género. Como ejemplo, ONUMUJERES Guatemala indica que las inequidades por género se intensificarán como un efecto del COVID-19 debido a las dinámicas pre existentes y a la limitada participación de las mujeres en el mercado laboral formal, en donde se estima que el 41% son mujeres, en comparación con un 84% de hombres3. Además, los roles de género tradicionales representan un obstáculo para el éxito empresarial de las mujeres, quienes tradicionalmente son las principales responsables del mantenimiento familiar y el trabajo de cuidado en el hogar.

En Guatemala, las mujeres tienen menor acceso a la educación y la tecnología. Según el Índice Global de Competitividad, el acceso a las Tecnologías de la Información (TIC) en el país está en 37.7 puntos de 100 puntos, lo que, en parte, refleja el limitado acercamiento que tienen las empresas rurales para conectarse con mercados nacionales e internacionales de manera digital. Si a esto se le agregan las otras dificultades o barreras de idioma que tienen algunas de las empresas rurales lideradas por mujeres indígenas y las disparidades que existen en el país, el acceso a las TICs es mucho más limitado.

Proteger los medios de vida de las mujeres rurales e indígenas es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y evitar que este sector de la población, sea aún más vulnerable. Cuando se apoyan a empresas rurales lideradas por mujeres rurales e indígenas se cambia el entorno de la familia y la comunidad. Una mujer empresaria empoderada con ingresos propios tiene la capacidad de reducir la pobreza y darles un mejor futuro a sus hijos.

La innovación y la inclusión social son fundamentales para promover una economía más verde y justa. Esquemas de desarrollo sostenible son posibles cuando se beneficia a toda la cadena de valor de manera estratégica y sistemática que mejore la competitividad de las empresas rurales y las conecte con los mercados.



3 ONUMUJERES (2020). Dimensiones de género en la crisis del COVID-19 en Guatemala. Recuperado de: https://www2.unwomen.org/-
/media/field%20office%20americas/documentos/publicaciones/2020/04/brief%20guatemala%20covid19.pdf? la=es&vs=809


A través del proyecto de Tecnificación de MIPYME?s rurales liderados por mujeres para la recuperación económica, Comunidades de la Tierra apoyará y fortalecerá a grupos productores y/o MIPYME?s dirigidas por mujeres o conformadas en su mayor parte por mujeres, muchas de las cuales se han visto afectadas por el COVID-19. Con el objetivo que puedan mejorar sus capacidades empresariales y lograr comercializar sus productos en el mercado nacional e internacional utilizando herramientas existentes de e-commerce.

Además, orientará este proyecto a las MIPYMES en el sector de hecho a mano, las cuales fabrican productos de forma artesanal, sin mayor proceso de industrialización y tienden a tener un menor impacto ambiental en sus acciones.

El proyecto será ejecutado y administrado por Comunidades de la Tierra quien trabajará en alianza directa con la Asociación de Exportadores de Guatemala (AGEXPORT) y específicamente con la Comisión Hecho a Mano, para la parte de transformación digital y acceso a e-commerce. De esta manera se cumplirán con los objetivos de:

? Entregar asesoría a un portafolio de MIPYME?s locales lideradas y/o conformadas en su mayor parte por mujeres para generar un alto impacto, transformando sus productos, ampliando redes de distribución y acelerando su presencia en mercados digitales.
? Mejorar la competitividad de empresas rurales y conectarlas con mercados nacionales e internacionales, aumentando sus ingresos y creando oportunidades de empleo.
? Implementar un programa de capacitación intensivo que incluya: talleres, asesorías personalizadas y material didáctico para poder realizar e-commerce transfronterizo.
? Establecer el uso de plataformas para pagos digitales y Marketplace, sitios web, marketing digital y otros, en el portafolio de MIPYMES.