Los incendios forestales se han convertido en una de las principales amenazas para el mantenimiento del estado de conservación de los bosques y la biodiversidad de Bolivia, ocasionando daños ambientales, económicos y de salud humana. El año 2019 el Departamento de Santa Cruz, fue duramente impactado por incendios forestales afectando cerca de 4.200.559 hectáreas (GAD Santa Cruz, 2019). La región de la Chiquitania y el Pantanal fueron el centro de atención durante muchas semanas, en las que diversos actores públicos, privados y de la sociedad civil enfocaron sus esfuerzos para apoyar en el combate contra la expansión del fuego que consumía la flora y fauna, deterioraba la salud de las poblaciones locales y ponía en riesgo de pérdida de vidas humanas. Las áreas protegidas también fueron afectadas por los incendios forestales con la pérdida incalculable de flora y fauna.
La presencia de focos de calor e incendios forestales en la zona del Pantanal es recurrente durante ciertas épocas del año, como elemento de riesgo para la biodiversidad de las áreas protegidas y las poblaciones locales, evidenciándose la escaza información, sensibilización, vulnerabilidad y dificultades organizativas que permitan acciones para reducir amenazas y daños causados por los incendios forestales. Es el caso de las comunidades de la zona de amortiguamiento del PN/ANMI Otuquis y el ANMI San Matías, que vienen siendo afectadas por incendios forestales.
Los incendios de alta intensidad, generaron condiciones de vulnerabilidad en poblaciones urbanas y rurales, así como en Territorios y Áreas Conservadas por los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (TICCA) pues se produjo desabastecimiento hídrico, se deterioraron sistemas de agua, se perdieron cultivos agrícolas, pecuarios, vegetación nativa, se deterioraron las condiciones de salud y se paralizaron diversas actividades económicas como el turismo.
Es el caso de las comunidades locales (TICCA) Colonia en la zona de amortiguamiento del PN/ANMI Otuquis y Santa Rosa de Bocaina en el ANMI San Matías, que viven en permanente contacto con la naturaleza, se vieron afectadas por los incendios frente a los que no se encontraban preparados, las familias con sus propios medios protegieron sus viviendas, protegieron a los niños, sus animales domésticos y cultivos agrícolas, dejando de lado el apoyo en el combate de los incendios en áreas de reserva forestal y/o áreas protegidas, debido a que no cuentan con entrenamiento ni equipo para participar en ese tipo de tareas. En general es el personal de las áreas protegidas quienes lideran el combate de los incendios apoyados por grupos de bomberos forestales voluntarios locales y de otras regiones del país.
Frente a una emergencia por presencia de incendios en su zona, las familias utilizan sus herramientas básicas de agricultura (palas, machetes, otros), recipientes (baldes, ollas, botellas pet, otros) utilizan ramas de los árboles para apagar el fuego. En estas acciones participan adultos, jóvenes, niñas y niños cada uno cumpliendo diferentes tareas. Las comunidades no cuentan con equipo de protección personal adecuadas para responder a emergencias por incendios, no tienen una estrategia organizativa y técnica para el combate del incendio, lo que triplica los esfuerzos de las personas para combatir el fuego e incrementan los riesgos para la salud y la vida de las personas.
Las comunidades indígenas utilizan tradicionalmente el fuego para la habilitación de sus terrenos agrícolas y pecuarios, sin embargo con el paso del tiempo y la llegada de población de otras regiones del país, se han ido perdiendo las buenas prácticas de manejo de fuego adecuadas al tipo de ecosistema de la zona. Lo que ocasiona que muchas veces las actividades de habilitación de chacos (terrenos agrícolas) se descontrole y se convierta en un incendio forestal. Se puede decir que en general las comunidades se encuentran amenazadas por cambios socio-ecológicos de gran magnitud que derivan en la preocupación no sólo por la conservación de la naturaleza, sino también por conservar la diversidad cultural, los conocimientos y la sabiduría ancestral asociada al manejo del fuego que se encuentra en franco proceso de pérdida. Las comunidades mencionadas, han sido parte de un proceso de reflexión sobre la problemática de los incendios, sin embargo, aun requieren fortalecer sus capacidades para promover acciones de manejo adecuado del fuego y combate de incendios. Su organización comunitaria también requiere desarrollar procesos reflexivos de mayor profundidad para que frente a las emergencias por incendios puedan actuar en primera respuesta.
El proyecto plantea, bajo un enfoque de diálogos intergeneracionales, de género e interculturalidad apoyar a las TICCAS en el fortalecimiento de sus capacidades, para el manejo de fuego y combate de incendios a partir de la recuperación de sus saberes ancestrales amigables con el medio ambiente y el cuidado de su territorio, sobre manejo de fuego y control de incendios. Se plantea recuperar los conocimientos ancestrales sobre técnicas o prácticas de manejo de fuego y/o combate de incendios con la participación de adultos mayores para compartir y retroalimentar a las nuevas generaciones de la comunidad conformado por niñas, niños, jóvenes y adultos, a comunidades vecinas y actores locales de la región.
El espacio generado a partir de la socialización acerca de los conocimientos ancestrales recogidos, permitirá impulsar procesos participativos y reflexivos de autodiagnóstico que permita potenciar el autoconocimiento de su TICCA desde la recuperación de su historia, costumbres, análisis de sus potencialidades, amenazas, entre otros, a fin de renovar el sentido de pertenencia e identidad cultural y de conexión con sus recursos naturales.
Este proceso a su vez, deberá contribuir al empoderamiento de la comunidad y a la identificación de líderes en cuanto a manejo de fuego y combate de incendios forestales. Una vez se identifiquen, capaciten y equipen a estos grupos que se sugiere denominar ?cuadrillas comunales de primera respuesta a incendios forestales?, se realizarán visitas de intercambio de experiencias a fin de generar y compartir aprendizajes, vivencias, conocimientos y sugerencias a otras comunidades, promoviendo un espacios de reflexión y motivación para la réplica de medidas orientadas a la prevención y atención de forestales.
Así mismo, a nivel de las direcciones de áreas protegidas y gobiernos municipales se promoverán relaciones de coordinación permanente para que puedan articularse a acciones conjuntas con las cuadrillas y líderes comunitarios. La capacitación y entrenamiento de mujeres y varones que conformarán las cuadrillas, se realizará con apoyo de la Gobernación Departamental de Santa Cruz como instancia de certificación, así como el apoyo de grupos de bomberos voluntarios de la zona de Puerto Quijarro que han iniciado sus acciones de apoyo a las áreas protegidas Otuquis y San Matías, y otros actores.
Tomando como punto de partida los resultados de la recuperación de prácticas ancestrales se elaborará material de capacitación para su entrenamiento, complementado con destrezas técnicas actuales para la primera respuesta a incendios forestales, bajo el enfoque de manejo integral del fuego, promovido por Fundación Amigos de la Naturaleza. Además, se diseñarán productos comunicacionales (videos, documentos, y otros) que a partir de su socialización se compartirán aprendizajes, se sensibilizará y concientizará sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y el manejo adecuado del fuego. Con estas medidas se podrá contribuir a que las TICCA fortalezcan su gobernanza comunitaria orientada a reducir la presencia de incendios forestales en sus territorios y generar las capacidades para que se puedan combatir los mismos.
Las actividades propuestas en el proyecto se enmarcan en el área temática número 7 de la convocatoria del PPD/FMAM-PNUD que plantea Efectuar el uso de conocimientos tradicionales sobre manejo de incendios. Así mismo esta iniciativa, es compatible con los planes de las áreas protegidas, que han venido elaborando Planes de Manejo Integral del Fuego con apoyo de la Fundación Amigos de la Naturaleza. En el caso del PN/ANMI Otuquis el presente proyecto contribuirá a los siguientes objetivos estratégicos: i) Fortalecer las capacidades para el control y combate de incendios forestales y ii) Implementar medidas para la prevención de incendios forestales y manejo de combustibles.
El proyecto beneficiará a al menos 50 familias de 2 comunidades, las que participaron en un proyecto anterior apoyado por el PPD/GEF-PNUD durante la OP6, que estuvo dirigido a la Prevención y Gestión de Riesgos de Incendios Forestales; por tanto, la presente propuesta permitirá además fortalecer el trabajo desarrollado con este proyecto anterior.
El proyecto desarrollará productos comunicacionales a ser difundidos por medios masivos de comunicación; por tanto, adicionalmente los beneficiarios indirectos serán el 80% de la población de los municipios de Puerto Suárez, Puerto Quijarro y El Carmen Rivero Torrez. Se beneficiarán además del proyecto los cuerpos de protección de las dos áreas protegidas y otras 2 comunidades vecinas.

El objetivo es: Contribuir al fortalecimiento de comunidades locales (TICCAS) para el manejo del fuego en la eco región de El Pantanal