El proyecto se desarrollará en la CPA Calixto Sarduy, ubicada en la comunidad de Becerra, municipio Las Tunas, provincia homónima. Este poblado posee 7000 habitantes, de ellos 3315 son mujeres y 2600 hombres. La cooperativa asocia a 100 cooperativistas, 89 hombres y 11 mujeres. El área total es de 1252 ha, de ellas dedicadas a los cultivos varios son 72 ha, 1080 ha a ganadería, 35 ha para forestales, 17 ha a frutales, 2 ha de huerto intensivo y 46 ha de caminos y ríos. Además, cuenta con cinco vaquerías, dos áreas de desarrollo, un módulo pecuario, un polígono de suelos, un huerto intensivo, la finca ?El Bajo?, una minindustria, una planta de EcoMic y 19 fincas de usufructuarios vinculados a la cooperativa(Ver Anexo 5). Su producción y comercialización fundamental son la leche y carne vacuna, además de otras producciones secundarias para el autoconsumo de los cooperativistas y sus familiares, el abastecimiento a la placita de la comunidad, Acopio, Frutas selectas, ganado. De igual

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forma producen dulces, deshidratados y otros que se obtienen en la minindustria.

Durante el diagnóstico rural que se realizó a esta cooperativa se constató que tanto sus suelos como los de la comunidad donde se ubica la misma están afectados por: baja fertilidad natural, compactación, erosión, mal drenaje, bajo contenido de fosforo y potasio acumulado, así como la poca capacidad de intercambio catiónico y de retención de la humedad, pendiente ligeramente ondulada, los que constituyen la principal causa de los bajos rendimientos agrícolas que alcanzan. Para mejorarlas 65 hade suelos con categoría tres que pertenecen a la Finca ?El Bajo?; así como 30 ha de las que dedican a los cultivos varios, se pretende la introducción del uso del biofertilizante EcoMic y la aplicación de diferentes técnicas agroecológicas, entre las que se encuentran: la reforestación con árboles frutales y maderables, empleo de postes vivos con plantas proteicas como la moringa y la morera, la producción e incorporación a estas tierras de más de cinco mil toneladas de materia orgánica, más de 300 t de humus de lombriz; así como, la producción y uso del compost a partir de residuos de cosechas y estiércol de animales. Se adoptarán además medidas de resiliencia a la sequía como la captación de agua de lluvia a través de techos y otras en función de reducir los efectos de las radiaciones solares sobre el suelo, como el uso de barreras vivas intercaladas y laterales en los campos de cultivo, la integración de cercas vivas, utilización de plantas, arbustos y árboles como cobertura. De igual modo se promoverá el cultivo de variedades más resistentes como el mulato y el yacaré, así como en la educación de los miembros de la comunidad en el uso de estas prácticas. En aras de favorecer la resistencia del ganado se trabajará en el manejo de la alimentación del ganado en sistemas semiestabulados, fomento de bancos forrajeros, así como en la búsqueda de alternativas para la ceba de toros en condiciones de sequía.

De forma previa a la aplicación del EcoMic, se desarrollarán actividades de formación y capacitación con actores locales donde se intencionará la participación de mujeres y jóvenes. Para garantizar la disponibilidad del producto en la comunidad, se pondrá en funcionamiento una planta que tiene la cooperativa para producir el EcoMic, que es el fruto de la inversión nacional y cooperación PPD/PNUD. La misma tiene una capacidad de producción anual de 30tm del producto, de las cuales 10 tm al año serán destinadas para la comunidad y el resto para la comercialización. Se espera que al término del proyecto con la aplicación del EcoMic y prácticas agroecológicas mejoren la fertilidad y la productividad de las 65 hade suelos de la finca El Bajo y en 30 ha de las que destina la cooperativa a la siembra de cultivos varios. También se tienen proyecciones que en los seis talleres previstos a realizar durante la vida del proyecto se capaciten 150 beneficiarios, hombres y mujeres, los que desarrollarán una conducta más responsable con el medio ambiente.

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