La Lisa es un municipio semirrural con una significativa presencia de diferentes formas de producción agrícola (cooperativas, pequeños agricultores, agricultura urbana y suburbana). Sin embargo, en este territorio se producen alimentos de manera insostenible, ya que se utilizan prácticas agrícolas que provocan la degradación de los suelos y un mal uso de los recursos hídricos. Además, es limitado el conocimiento que se aplica en cada uno de los eslabones de la cadena de valor de la producción de alimentos y no se aplican los conceptos de manejo sostenible de tierra. Por tanto, constituye un reto para este sector mejorar el escenario ambiental, a la vez que se incrementa la producción sostenible de alimentos. El gobierno del municipio ha identificado la necesidad de la articulación de actores locales en el ámbito agropecuario para mejorar las prácticas productivas, enfatizando en la sostenibilidad ambiental. La Fundación Universitaria de Innovación y Desarrollo de la Universidad de La Habana, de conjunto con el Gobierno y la Delegación de la Agricultura de la Lisa, proponen este proyecto con un enfoque integrador para transferir conocimientos, productos y tecnologías para mejorar los indicadores medio ambientales y promover el manejo sostenible de tierra en el territorio, lo que contribuirá, además, a elevar la eficiencia y la eficacia de la producción de alimentos. Para mitigar los problemas detectados se desarrollarán acciones que propicien el uso y manejo adecuado del agua, contribuyan a la recuperación de los suelos, y fortalezcan las capacidades de los productores y otros actores claves. Con relación a los dos primeros se propone: la cosecha de agua de lluvia para el riego, la introducción de sistema de riego al goteo, la incorporación de tierras ociosas al ciclo productivo, la reforestación, el empleo de cercas vivas para detener los procesos erosivos, el uso de casas de cultivo y de posturas, y la lombricultura, entre otros. Especial importancia se dará al empleo de productos innovadores: serie de productos NEREA (a base de zeolita natural), BIOBRAS (estimulador del crecimiento de las plantas en condiciones de estrés hídrico) y paquetes tecnológicos. Estos productos contribuyen a la recuperación física del suelo, disminuyen el uso de fertilizantes químicos y regulan la humedad y fertilidad del suelo; fortaleciendo el manejo agroecológico de los cultivos. Para dar respuesta al tercer componente se diseñará, desde el aula social del Acelerador Agrícola, una serie de talleres, cursos cortos y entrenamientos para difundir cultura innovadora y emprendedora aplicada a la agricultura, capacitar a los productores en dimensiones medioambientales y de transición energética, y acompañarlos para que estén mejor preparados ante los cambios del entorno (dimensión social). En una primera etapa se realizará un piloto demostrativo con las CCS Roberto Negrín y Juan Manuel Márquez, ubicadas en la localidad de Punta Brava y el Cano, respectivamente. Esta experiencia creará capacidades para ser transferida a otros actores económicos del territorio.