Con el proyecto, principalmente se producen dos niveles de fortalecimiento; el primero, el de las mujeres y hombres que manejan las diferentes variedades de papa y que al finalizar el proyecto, valoran y manejan mejor sus propias variedades en función al incremento de la producción, tanto por la sensibilización, como por la capacitación recibidas. En el segundo nivel, se fortalecen recursos humanos de la zona (técnicos locales) a través de una capacitación sociotécnica en el manejo de variedades locales de papa ya identificadas y valoradas por todos los actores del área de influencia del proyecto. Asimismo, mediante los eventos de capacitación se reforzarán las actividades innatas en cuanto al tema de la conservación de recursos fitogenéticos; se capacitará en lo referente a la conservación de estas variedades nativas y en la producción y multiplicación de semilla de papa. Se profundizará el conocimiento de las variedades de papa existente en la zona pudiendo diferenciarlas por sus calidades específicas en los diferentes usos y detectando sus potencialidades para ser multiplicadas en el mismo clima o en zonas más bajas. Se profundizarán aspectos relativos a técnicas utilizadas para incorporar en enfoque de género. Finalmente se identificarán los posibles mercados locales y regionales para estas especies.

Dentro los participantes y beneficiarios directos del Proyecto se cuentan 6 Comunidades: Victata con 30 familias (25 hombres y 5 mujeres); Chiuta 30 familias (28 hombres y 2 mujeres); Jochojo 60 familias (45 hombres y 15 mujeres); Cuchuri 37 familias ( 34 hombres y 3 mujeres); Camani 20 familias (17 hombres y 3 mujeres) y Sivingani 33 familias (30 hombres y 3 mujeres) que en conjunto totalizan 210 familias participantes. El proyecto se desarrolla a partir de las necesidades de las comunidades del Ayllu Chullpas, en razón a que la priorización, identificación e inventariación de las variedades locales será efectuada por ellos mismos. Asimismo, ellos participaran en reuniones comunales y ferias de exposición de variedades e intercambio de conocimientos, las familias de las seis comunidades apoyarán en la recolección de las 30 o más variedades nativas que serán enviadas al Banco Nacional de Germoplasma para su conservación a largo plazo y dispondrán de sus camas orgánicas en la etapa de multiplicación de semillas limpias.