La reducción de la contaminación que llega al río Ozama y una mayor conciencia y actitud para lograr un manejo adecuado de los desechos, contribuye a mejorar las condiciones de vida de esta población que viven en condiciones marginales, y a reducir la incidencia de enfermedades y mortalidad. Además, se están sentando las bases para que las mismas organizaciones comunitarias sean quienes administren esta empresa en el futuro. Con el manejo adecuado de estos desechos, se podrán generar ingresos que posibiliten la continuidad, con aportes de la comunidad, de este emprendimiento.

Los beneficiarios del proyecto participaron, junto a la ONG, en la elaboración de un plan de desarrollo urbano-barrial, en el que se identificó como prioridad trabajar con el manejo de los desechos sólidos. Un equipo de 72 promotoras locales voluntarias en salud y saneamiento ambiental realizan un trabajo puerta a puerta, para promover mejores condiciones de saneamiento en la comunidad. Otro equipo de comunitarios, con el apoyo de las familias, se encargan de la recolección de desechos. Se está estableciendo un espacio de coordinación por parte de las organizaciones comunitarias de la zona, para que se entrenen y pasen a ser, al final del proyecto, los administradores del servicio de recolección de desechos.

Los dirigentes comunitarios y líderes naturales participan de un programa de capacitación en saneamiento ambiental; también están desarrollando un proceso de fortalecimiento de las organizaciones (liderazgo, comunicación grupal, planificación estratégica). También se está consolidando una red de promotoras voluntarias que están multiplicando sus conocimientos en saneamiento ambiental a toda la población de la zona.