En una de las regiones más áridas del altiplano sur a una altura cercana a los 4 mil metros, la existencia de bosques y asociaciones de especies leñosas se encuentran fuertemente devastadas por el proceso histórico de demanda energética minera, ferrocarrilera, industrial y doméstica.

Sin embargo los espacios territoriales de las comunidades originarias del distrito de Turco, poseen recuros y sistemas de gestión de relictos de bosque de alta montaña como la keñua e inmensas extenciones de tholares que continuan proporcionando beneficios a los pobladores y constituyen un delicado recurso renovable que requiere procesos de planificación y gestión para su manejo sostenible.

El desarrollo del proyecto se traduce en un proceso de investigación participativa lograda en 21 talleres, en los cuales se aplicaron instrumentos metodológicos como los mapas comunales acompanados por el rescate del saber local. También se recuperaron los conocimientos sobre usos y tecnologías de aprovechamiento maderable de diversas especies nativas para fines constructivos, energéticos, medicinales, artesanales y de confección de utensilios domésticos y productivos.