El proyecto contempla contribuir con el fortalecimiento institucional de los grupos locales de esta zona fronteriza marginada, mediante la creación de un Comité, formado por representantes de todos los grupos comunitarios y ONG locales, a fin de que participen en el proceso de identificación, formulación y desarrollo de los modelos productivos que se implementarán. Además, estos miembros del Comité participarán de un proceso de alfabetización, gestión de la democracia y formación de líderes. Cada organización será apoyada para fortalecer su capacidad de manejo administrativo y aspectos técnicos relevantes para la ejecución del proyecto (manejo de suelos y agua, conservación de suelo, producción agroforestal).

Hombres y mujeres organizados participan de todas las actividades. Las mujeres trabajan principalmente en la parte organizatiza, capacitación y labores del vivero.